martes, 10 de marzo de 2009

De la suficiencia a la calculadora


2º ANFITEATRO por Fernando 'Lagar'

Me apostaría ,si os conociera de toda la vida, una cena del Vips ( de las baratas, que no está la cosa para tontadas) a que los madridistas, o su extensa mayoría, al darnos las gracias la semana pasada con un tono de jocosidad suficiente por acercarles al Barcelona a cuatro puntos, no se imaginaban el baile que el Atlético de Madrid podía llegar a darles en su propio estadio, generando en la segunda parte cinco ocasiones de gol marradas , dando una lección de contragolpeo al más puro estilo Atlético de Madrid de Luis Aragonés.

Me supo el partido a derrota holgada, para que nos vamos a engañar. El Atlético lo tuvo más cerca que nunca y no supo concretar, cosa que en el futbol se suele acabar pagando. Digo suele porque un planísimo Real Madrid apenas inquietó la puerta del Atlético, pese a que la tensión de esos partidos te haga ver demonios donde sólo hay pastos verdes. Por tanto, el Atlético no pagó su perdón, pero lo que sí pagó es su condición de equipo “zarandeable” a todas luces por la LFP y el estamento arbitral.

No fue un arbitraje tan escandaloso en nuestra contra, eso si hay que admitirlo, pero no es menos cierto que el gol de Huntelaar ( el hombre non inscrito) está en clamoroso fuera de juego, y que en la última acción del partido se señala un fuera de juego a Agüero que no es, dado que Ramos está en línea con el Delantero Argentino, y que suponía un mano a mano contra Casillas. Estos últimos hechos cuanto menos reseñables.

Pero los Atléticos tenemos que estar contentos con el equipo, a pesar del resultado. La llegada de Abel ha supuesto una misteriosa recuperación de la identidad de la institución. La condición de equipo contra golpeador por excelencia, que nos arrebató el Valencia recientemente, se ha vuelto a ver en el Atlético. Resino, un hombre que sabe lo que es el Atlético, lo que supone, ha sido el primer entrenador de los últimos años que en las previas del partido daba un mensaje ganador.

No es fácil apostar por la victoria en el Bernabéu, con la dificultad que ello supone, y Resino lo hizo. Porque somos el Atlético de Madrid, el equipo que más ha ganado en Concha Espina a excepción del Madrid. Porque, como somos el Atlético de Madrid, somos los únicos capaces de acercar al Madrid a sus objetivos, para luego aplastar sus ensoñaciones de nuevo. No se ganó, pero se devolvió al madridismo a la tierra. Porque, de lo mas orgullosos que debemos sentirnos de ser del Atlético, es que en una semana hemos hecho pasar al madridismo, como reza el título, de la suficiencia a la calculadora.

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